domingo, 11 de octubre de 2009

Historia de la Contabilidad

CRONOLOGÍA
INFORMACIÓN TOMADA DE LA PÁGINA WEB: http://www.asesoriamoran.com/historia_de_la_contabilidad.htm

6000 AC.- Sumerios. De acuerdo a lo expresado por Gertz (1996), hacia el año 6000 a.C., ya existían los elementos necesarios para la actividad contable: la escritura y los números; el concepto de propiedad, un gran volumen de operaciones, las monedas y quizás, el crédito en los mercados, al respecto existe una tablilla de barro, que data de la época, de origen sumerio, en la que algunos investigadores han creído encontrar registros de ingresos y egresos, a partida simple; otros más audaces identifican los registros a partida doble.

4000 aC ?.- Mesopotamia. Era ya en el cuarto milenio a.C. asiento de una próspera civilización, los comerciantes de las grandes ciudades mesopotámicas constituyeron desde fechas muy tempranas una casta influyente e ilustrada. Entre los ríos Eufrates y Tigris la Sagrada Biblia sitúa en tiempo y espacio el país de Edén y, en un Jardín del este da comienzo la historia del pueblo de Israel)

3000 AC.- Los pueblos que habitaron entre los ríos Tigris y Eúfrates nos han legado miles de tablillas de arcilla que permiten formarse una imagen acerca de la manera en que los sumerios llevaban las cuentas, se conocen documentos escritos o grabados, libros de entrada y salida de mercancías, letras de cambio, recibos de pago que refleja en el siclo (ocho gramos de plata) la moneda internacional. Gracias a esos testigos, inmunes al paso del tiempo, sabemos que ya en épocas muy antiguas existían sociedades comerciales, e las que las aportaciones de capital y el reparto de beneficios estaban cuidadosamente estipulados por escrito.
En más de 500 de ellas aparecen manifestaciones matemáticas que han permitido descubrir desde su sistema de numeración en base 60 a sus conocimientos sobre el teorema de Pitágoras.
La propia organización del Estado, así como el adecuado funcionamiento de los templos, exigían el registro de sus actividades económicas en cuentas detalladas. Los templos llegaron a ser verdaderas instituciones bancarias, que realizaban prestamos.

2000 aC.- Babilonia. Los pueblos mesopotámicos utilizaban ya el ábaco para facilitar la realización de las operaciones aritméticas, que fueron sumamente laboriosas en todas las épocas, hasta la relativamente reciente introducción universal de la actual numeración arábiga.
La costumbre de insertar la plancha cerámica en una varilla, siguiendo un orden cronológico, creó verdaderos libros de contabilidad.
Eminentemente agrícola, con grandes excedentes de trigo, se les ocurre exportar a los países vecinos hoy emiratos Árabes, Irán, norte de India y Pakistán lo que a ellos les sobra, con el centro del comercio en la ciudad de Uruk en la baja Mesopotamia, dando inicio el comercio internacional.
También se sabe o se deduce por los mismos escritos la aparición de la primera cámara de comercio con sede como no podía se de otra forma en el templo.
De su afición a las observaciones astronómicas acerca de las posiciones de los planetas observables a simple vista Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno conservamos en la actualidad dos vestigios muy populares:

- El horóscopo. Eran excelentes astrólogos, ellos bautizaron las doce constelaciones del zodíaco, dividiendo cada una de ellas en 30 partes iguales.
Es decir, dividieron el círculo zodiacal en 12 x 30 = 360 partes.
- De ellos hemos heredado la división de la circunferencia en 360 grados y la de cada grado en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos. Y la patente de nuestra manera de contar el tiempo también es suya.
Contaban con un algoritmo para calcular raíces cuadradas, trabajaban con fracciones, resolvían ecuaciones de primer y segundo grado e incluso algunas ecuaciones cúbicas de la forma: n3 + n2 = a
Egipto Según Herodoto los egipcios son los padres de la Geometría, pero gracias a sus monumentos y sus papiros también sabemos hoy que disponían de un sistema de numeración adicional que les permitía trabajar con fracciones de una forma muy especial ya que el numerador siempre era la unidad.
El papiro egipcio es menos resistente al paso del tiempo que las tablillas babilónicas.
Sin embargo alguno ha llegado hasta nosotros. Los más populares el papiro de Rhind y el de Moscú. En ellos aparece una colección de más de 100 problemas que nos brindan una valiosa información de las matemática

Papiro de Moscú
Los egipcios, como los babilonios, también trabajaban con fracciones, con partes de la unidad.
Pero lo curioso es que sólo utilizaban fracciones con numerador la unidad, es decir de la forma: 1/2, 1/3, 1/4, 1/7, 1/15, 1/47...
Cualquier parte de la unidad la expresaban como suma de fracciones de este tipo.

El papiro de Rhind contiene una tabla de conversión de partes de la unidad a estas fracciones. Es el equivalente con más de 3.000 años de antigüedad de nuestras tablas de multiplicar, sólo que para trabajar con fracciones.
Un enlace interesante relacionado con lo expuesto es la Historia de las Matemáticas a través de la Imagen, del profesor Antonio Pérez Sanz. En su página web puedes encontrar otras muchas curiosidades e informaciones útiles, tanto sobre las matemáticas, como sobre recursos docentes.

1800 ? a.C..- Tablilla conocida como Plimpton 322 que se conserva en la Universidad de Columbia, en la que aparecen cuatro columnas de números distribuidos en 15 filas. En apariencia podía tratarse de algún tipo de anotación contable pero descifrados los números corresponden a la primera relación de ternas pitagóricas de la que se tenga conocimiento.
CODIGO de HAMMURABI Estela labrada en un bloque de diorita negra de 2,25 metros de altura donde se hallan grabadas las 282 leyes del Código Hammurabi. En la parte superior el rey Hammurabi (en pie) recibe las leyes de manos del dios Shamash. La estela fue encontrada en Susa, a donde fue llevada como botín de guerra en el año 1200 a.C. por el rey de Elam Shutruk-Nakhunte. Actualmente se conserva en el museo del Louvre (Paris). A la derecha detalle de la estela

1790 ? a.C.- Mesopotamia. Fue promulgado el famoso código Hammurabi, que contenía además de las leyes penales, normas civiles y de comercio. Regulaba contratos como los de préstamo, venta, arrendamiento, comisión, depósito y otras figuras propias del derecho civil y mercantil, y entre sus disposiciones había algunas directamente relacionadas con la manera en que los comerciantes debían llevar sus registros. Distintas leyes hacen referencia a las anotaciones financieras y contables en tablillas de arcilla. Ejemplo de dos leyes:
De un mercader que da un préstamo al propietario de un campo de cultivo.- Ley 50. Si ha dado en garantía un campo plantado de grano o un campo plantado de sésamo, el propietario del campo será el único que tomará el grano o el sésamo que haya producido el campo, después devolverá al mercader la plata con su correspondiente interés.
De un traficante que no anoto ó contabilizó debidamente la entrega de un préstamo.- Ley 105. Si el traficante ha sido negligente y no ha obtenido la tablilla sellada, mencionando la plata que entregó al mercader, la plata que no figure anotada sobre la tablilla sellada no podrá acreditarse en la cuenta.
Los pueblos mesopotámicos utilizaban ya el ábaco (que veremos mas adelante) para facilitar la realización de las operaciones aritméticas, que fueron sumamente laboriosas en todas sus épocas, hasta la relativamente reciente introducción universal de la actual numeración arábiga.

1600 ? a.C.- Existen testimonios sobre contabilidad, tanto en Egipto como en Mesopotamia. Pagani, en su obra I Libri Comerciali [citado por Gertz, 1996:26], «quien al referirse a la Atenas del siglo V a.C., dice que había reyes que imponían a los comerciantes la obligación de llevar determinados libros, con el fin de anotar las operaciones celebradas...».

356 ? a.C.- Grecia. Los templos helénicos, como había sucedido muchos siglos antes con los de Mesopotamia y Egipto, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que resultó preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante, en efecto poseía su tesoro, alimentado con los óbolos de los fieles o de los estados, donaciones que era preciso anotar escrupulosamente: Los tesoros de los templos no solían permanecer inmovilizados y se empleaban con frecuencia en operaciones de préstamo al estado o a particulares. Puede afirmarse así que los primeros bancos griegos fueron algunos templos.
Quizá el lugar en el que los arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa documentación contable lo constituye el santuario de Delfos, donde se han recuperado cientos de placas de mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las cuentas de reconstrucción del templo en el siglo IV a de J.C.
Las casas de bancas particulares tuvieron su gran momento de expansión en el siglo V a de J.C.. Surgieron modestamente a la vera de los templos, pero muy pronto extendieron sus actividades por numerosas ciudades mediterráneas. Los banqueros griegos, sobre todo los atenienses, dominaron la técnica de los cheques y trasferencias de fondos de una ciudad a otra y de una cuenta a otra, y, probablemente, hicieron ya uso de la letra de cambio.
Los banqueros llevaban fundamentalmente dos clases de libros de contabilidad: el Diario (efeméricas) y el libro de cuentas de clientes. El orden y la pulcritud con que se llevaban las anotaciones hizo que la exactitud de éstas llegaran a ser reconocida por la ley, que otorgaba a los libros de contabilidad valor de prueba principal.
La contabilidad pública también se desarrollo en las ciudades griegas. Atenas poseía en el siglo IV a. De J.C. un Tribunal de Cuentas, formado por diez miembros, encargado de fiscalizar la hacienda del Estado, sobre todo en lo referente a la recaudación de tributos.

100 aC.- Roma. El genio organizador de Roma, presenta en todos los aspectos de la vida pública, se manifestó también en la minuciosidad con la que los particulares, altos cargos del Estado, banqueros y comerciantes llevaban sus cuentas. Ya en el siglo I a. de J.C. se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de controlar contablemente su patrimonio.
El libro más empleado era el de ingresos y gastos ("codees acceti et expensi"). Los grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera que algunos historiadores han creído ver en ellos –se conservan sólo algunos fragmentos incompletos- un primer desarrollo del principio de la Partida Doble. Aunque hay algunas citas de grandes autores, como Cicerón, que parecen sustentar tal hecho, son demasiado confusas como par establecer la tesis de que el método de la Partida Doble era conocido en la Antigüedad.
No hay ninguna prueba que acredite su empleo con anterioridad a la expansión comercial italiana de las postrimerías de la Edad Media.
Para que exista la Partida Doble no basta con la disposición de la cuentas en dos columnas enfrentadas, u otros detalles de forma; es preciso que el principio que informa la Partida Doble se aplique inflexiblemente, sin excepciones. Y no parecer haber sido éste el caso de la contabilidad romana.

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