martes, 1 de septiembre de 2009

Tres indicios

Un ramo de rosas, un CD de buena música y el mensaje preciso según mi forma de pensar son tres elementos dignos para decir…DESEO AMARTE.

En si, el desear es una sensación con un toque banal y un matiz algo carnal pero el deseo que dos líneas arriba expreso es uno especial…uno que me roba un trozo de corazón y un poco mas de esa alma que todos poseemos.

Es un deseo mas limpio, mas puro y mas trascendente…no es algo de una noche…ni de un rato…ni de un quizás…es distinto, puesto que está envuelto en una cantidad de emociones y sellado con el indicado sentimiento capaz de eternizar cualquier impulso.

Es un deseo que despierta lamentos, ahuyenta miedos y atrae nuevos pesares…nos transforma de una manera tal, que cuando recorre todo lo que somos nos deja irreconocibles a nuestra propia vista…nos regala algunas cosas e ingenuamente nos roba otras…nos golpea lenta y delicadamente…nos derrota ahora pero nos hace vencedores al segundo siguiente…nos provee tantas cosas con el riesgo de perderlo todo…pero al final el estar enamorado es un estado que escapa de toda ley natural, de todo calculo matemático, de toda ecuación química, de todo balance físico y nos resume a la mas mínima expresión esperando un día ese coeficiente humano que será nuestra compañía por toda la vida…a pesar de lo bueno o lo malo…a pesar de que no exista sino en nuestra cabeza…a pesar de no tenerlo frente a frente…a pesar de envejecer y morir esperándolo…a pesar de que a través de nuestra vida nunca fuimos correspondidos pero que en el instante mismo de abandonar esta tierra,y considerando todo lo anterior fue esa presencia quien guió nuestro rumbo a un paraje jamás visitado…a nuestra ultima morada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario