martes, 1 de septiembre de 2009

Una noche con ella

Salí de aquella oficina a las 6:20 p.m., iba corto de tiempo y producto de ello me vi obligado a abordar un taxi para pisar el suelo de mi casa antes de que dicha situación me colocara la etiqueta… “llegaste tarde”.

Logré llegar a ese escondite al que yo llamo hogar con el suficiente tiempo para vestirme, y con el corazón a mil por lo apresurado que había estado. Ingresé por segunda vez, en un mismo día y en menos de una hora en uno de esos vehículos amarillos dotados de la velocidad que exigía en aquel momento.

Al fin llegue a mi destino, el reloj marcaba exacto las 7:00 p.m. puesto que la alarma de mi celular no paraba de sonar. Saludé a dos jóvenes que sentados a las afueras de su casa decidían asuntos desconocidos. Pregunté por ella y la joven, que en primera instancia pensé que era la persona que iba buscando me autorizó a seguir, subí unos quince escalones y me dije… listo, ya llegué.

En una habitación, entrecerrada observé a una señora a la cual di el saludo correspondiente y desde el interior de dicha alcoba salió una exclamación que me dejo claro que ella no estaba lista aún. Segundos después, y recostado sobre una de las paredes de su casa tuve la fortuna de posar mis ojos sobre la mujer mas hermosa… en serio atractiva… simplemente bella que en años hubiese esperado tener frente a mi.

Un espasmo algo conocido recorrió la totalidad de mi cuerpo, desde arriba hasta abajo y se devolvió con igual intensidad y desperté de el con la voz de la señora que me invitaba cordialmente a tomar asiento. Ya en ese instante, agradecía a mi vida por brindarme la oportunidad de ir acompañado de alguien a un evento especial…nunca la palabra gracias se repitió tantas veces en mi cabeza y fue por que con el solo hecho de llevar a mi lado a tan exquisita doncella… estar con esa princesa ataviada de una forma inesperada… entender que seria mi compañía, mí interlocutora y si lo quería mi confidente por una noche…significo para mi algo difícil de explicar.

Hubo un rato de amena conversación, yo sentado en un cómodo sofá, observando el continuo ir y venir de ella pues le faltaban algunos detalles que al final de la noche la convertirían de nuevo en mi musa inspiradora. Al ritmo de un café, hablando de una urna mortuoria, contemplando su gato pintado a blanco y negro…ella quedo lista…quedo como jamás la imagine…quedo conforme consigo misma, eso creo…quedo espectacular, digna de aplausos…con apariencia de reina pero con la sencillez de siempre…con su cabello alisado, sus manos tersas y bien arregladas, un sofisticado vestido negro que denotaba una silueta bien formada y esa sonrisa que brinda calidez y nos contagia de una particular alegría.

Me presenté con la señora, que terminó siendo su mamá. Ella se despidió y salimos rumbo al evento. Al terminar de bajar las escalas pregunto como se veía a la pareja que estaba a las afueras de su casa, ellos eran su hermana y su cuñado quienes con sinceridad y sorpresa exclamaron que se veía bien, yo me despedí de ellos y comenzamos a caminar mirando como llegaríamos al evento…fui corto pero honesto cuando le dije que se veía muy bonita, y en realidad mi razón me trabo la lengua puesto que miles de frases revoloteaban en mi mente y se referían a tan majestuosa acompañante, pienso hoy que fui muy breve en elogios y pues por eso opte por escribirle de nuevo algo…que deja claro que soy poco expresivo al hablar.


Por tercera vez un taxi se estaciono frente a mi, con un gesto de caballerosidad abrí la puerta para que ella ingresara y seguidamente yo aborde aquel vehiculo destinado a alojar nuestros cuerpos y con la única misión de llevarnos seguros hacia la calle once con carrera tercera. Dentro del taxi hablamos de varias cosas pero yo estaba concentrado en el hecho de compartir con alguien tan especial una ocasión tan particular pero que me transformaba en un hombre extrañamente alegre, gracioso y muy afortunado.

En cuestión de minutos llegamos al lugar, el trancón era propio y optamos por bajar unos metros antes y comenzar nuestro personal desfile calle abajo y abriéndonos paso entre tanta gente y fijando nuestra mirada hacia el horizonte que se materializaba en una puerta contigua a otras muchas y acompañada por personal de seguridad. Durante el trayecto el nerviosismo hizo su aparición cuando ella optó por posar su mano sobre mi hombro y aumento cuando decidió de nuevo entrelazar su brazo junto con el mío, yo caminaba con seguridad pero sentía flotar teniendo en cuenta que tuvieron que pasar veinticuatro mayos para acariciar esa única sensación de con una mujer poder arribar a algún sitio…gozaba con el hecho de que al fin una presencia femenina de tanta categoría estuviese justo a mi lado…y pues fue la manera mas linda y edificante de acudir a un teatro en donde por causa del evento estarían centenares de personas pero que en mi perspectiva solo estaríamos los dos…solo ella y yo.

Recuerdo que tomamos algo, ella opto por un capuchino y yo para sentirme mas tranquilo ordene un expreso. Busqué a unos amigos que por compromisos no me acompañaron, fue una buena jugada de mi destino puesto que solo compartiría mi tiempo con la persona mas importante en esa noche para mi.
Entramos al teatro, alguien nos condujo a nuestros asientos y de nuevo agradecí el estar allí…con ella.
La gala de premiso fue espectacular…el evento fue todo un éxito…los invitados brillaron con luz propia gracias a su entereza y palabras de agradecimiento…el cantante se inspiro y le aplaudo esa energía con la que se desenvolvió…los ganadores fueron como siempre los mas ovacionados…pero todo lo anterior pierde trascendencia frente al hecho de que durante aproximadamente tres horas converse con ella…la mire solo a ella…me reí solo con ella…pensé solo en ella…y estuve solo junto a ella. Sensaciones mas profundas me las reservo…pero se que poco a poco fructifican en mi interior y la existencia que hoy poseo es en un gran porcentaje producto de vivir ese rato de plena felicidad con ella…la directa implicada.

Tantas cosas juntas lograron conmocionarme y decidí con su consentimiento visitar un bar donde escucharíamos algunas canciones que me identifican plenamente como un joven rockanrollero. Para ello me deshice de mi presencia formal, sacándome la camisa y desabotonándola para mostrar lo que en realidad forja mi manera de pensar y actuar en la sociedad día tras día…la fuerza inigualable del metal.
Hacia frío, yo era insensible a el pues una flama invisible que caminaba a mi lado me proveía el calor necesario para evitar los embates del clima en una noche como aquella. Igual mi chaqueta protegía su frágil cuerpo y pues así estaba bien…ingresamos al bar el cual a las 12:00 a.m. hora de nuestra llegada se hallaba lleno de personas ebrias de rock, conozco el lugar y se del ambiente pero estaba dispuesto a todo con tal de que a ella no le pasara nada malo, iba conmigo y yo me sentía un buen triunfador por ir con ella y con estas precisiones ordenamos las acostumbradas cervezas.

Al cabo de seis cervezas, las confesiones de parte y parte llegaron…yo conté algunos otros detalles de mi vida y ella abrió las puertas de la confianza para que yo entrara y me adueñara de algunos pensamientos…de algunos pesares…de algunas alegrías…y de algunas locuras típicas de cada ser humano que habita este planeta tierra.
También hice gala de mis cualidades y capacidades para el canto, podría asegurar que a ella le gusto mi forma de entonar las canciones que suavemente rodaban…le doy gracias a foreigner, cinderella, warrant, ángeles del infierno y sangre azul por permitir que de mi garganta saliesen notas tan exquisitas que buscaban de alguna forma recrear admiración y robar uno que otro suspiro por parte de mi acompañante, igual los temas pedidos y cantados por mi esa noche poseen un trasfondo mas significativo que algún día pienso expresarle.

Cabe anotar que según ella, la mesera del lugar se fijaba mucho en mi…yo aclaro que a la señorita en cuestión le encanta mucho el estilo de música que en ese rato sonó y debe ser por eso o por mi forma de cantar que me brindo algunas miradas, pero igual la única dama ese día era ella…las demás sobraban y no hacían falta.

Después de dos cervezas más, salimos por ahí en busca de algo para comer pues a esa hora el hambre apremiaba y después de encontrar lo deseado llegamos a otro sitio buscando un tema mas y pues allí tuve la fortuna de encontrarlo y regalárselo a ella.

Era tarde…decidimos partir para nuestros hogares. El cuarto y ultimo taxi que tome ese día paro sobre la carrera tercera…entramos y salimos en busca del barrio la floresta…la cuna de tan hermosa y valiosa mujer…transcurridos unos pocos minutos estábamos frente al sitio donde casi ocho horas antes se hizo posible la noche mas indescriptible para alguien como yo que a casi todo le encuentra un por que…la noche donde las ráfagas de sentimientos fueron continuas y dirigidas sin equivocación hacia mi corazón…la noche en que su sonrisa y su imagen quedaron por siempre gravadas en mi mente…la noche en que por fin fui un hombre mas completo al estar en la diestra de su caminar…la noche en que gracias a sus encantos hace posible los presentes párrafos dedicados solo a ella…la noche en que llegue a mi hogar ebrio de dicha, loco de admiración, inconsciente con razón y hallando por fin un destello en la oscuridad de mi habitación…el destello de aquella mujer que provoca tantas emociones en mi interior.

En sueños recuerdo hace mucho tiempo que una noche como aquella se hizo posible pero verla materializada hasta el día de hoy indica en mi forma de asumir lo que hago a diario que vale mucho la pena aguardar con paciencia y perseverancia a que se den hasta las ilusiones más inesperadas que en sueños se disfrutan.

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